Con la reforma de la PAC 2023-2027, se establece un nuevo enfoque con el que los Estados miembros deben establecer los detalles de las intervenciones a través de un plan estratégico.
La nueva PAC conserva los elementos esenciales de la PAC anterior, pero pasa de ser una política basada en la descripción de los requisitos que deben cumplir los beneficiarios finales a ser una política orientada a la consecución de resultados concretos, vinculados a tres objetivos generales:
Los resultados de seguimiento y evaluación generan información muy valiosa para las instituciones públicas, el sector agroalimentario y la ciudadanía en general. Por un lado, el seguimiento proporciona información clave sobre la aplicación de la PAC y, por otro lado, a través de la evaluación se evalúa la repercusión del Plan Estratégico de la PAC (PEPAC) y se obtiene información que permite tomar decisiones para una mejora la eficacia, la eficiencia y la coherencia del Plan en su conjunto y de las intervenciones que lo componen. Además, los resultados y conclusiones de la evaluación proporcionan una base analítica sólida para el diseño futuro de la PAC.
En cuanto a las Políticas de Desarrollo Rural anteriores se cuenta con el periodo de programación 2007-2013 y el periodo de programación 2014-2020.
El periodo de programación 2007-2013 de la Política Agrícola Común (PAC) dirigió sus objetivos hacia la sostenibilidad, el desarrollo rural, la calidad de los alimentos, la protección del medio ambiente y la mejora de las condiciones sociales en el sector agrícola.
En el periodo de programación 2014-2020, se persiguió, principalmente, el fomento de la competitividad en la agricultura; la gestión sostenible de los recursos naturales y la acción frente al clima; y el desarrollo territorial equilibrado de las comunidades rurales y economías, incluida la creación y mantenimiento de empleo.