El turismo es una actividad económica que ha contribuido a mantener y atraer población al medio rural. Muchas familias han encontrado en los ingresos complementarios que genera esta actividad el apoyo para seguir habitando en sus casas y sus pueblos. Sin embargo, su rentabilidad no hay que valorarla tanto por su aportación económica como por su aportación social y, en consecuencia, debería ser considerado un sector estratégico a todos los efectos, especialmente en la lucha contra la despoblación. En la Asociación de Profesionales de Turismo Rural (AUTURAL) consideramos que esta actividad debe ahora reinventarse para que siga siendo fuente de oportunidades.
Mirando al futuro son muchos los retos que debe afrontar el turismo rural. Por eso, es importante establecer un marco común a nivel estatal que armonice las diferentes normas autonómicas, la creación de una marca que nos identifique como sector con personalidad propia y una clasificación pública de la oferta. Solo de esta manera se podrá afrontar el reto de la promoción internacional y generaremos confianza en un mercado cada vez más difuso y competitivo.
Las normativas que regulan el sector del turismo rural deberían poner el foco en objetivos orientados al desarrollo rural antes que en la equiparación a modelos normativos hoteleros con los que no siempre nos sentimos identificados. Lo más importante es contribuir a crear oportunidades en el medio rural. Los propietarios de alojamientos rurales somos antes que nada jardineros, cuidadores, anfitriones y guardianes del medio natural en el que habitamos. No tenemos que parecernos a nada ni a nadie. Nuestro reto es mantener y defender nuestra identidad y nuestras raíces.
La profesionalización y el asociacionismo son temas recurrentes cuando se habla de turismo rural. El reto para nuestro sector es comprender que debemos adquirir cada día nuevas habilidades para desempeñar nuestro trabajo de manera más eficiente. Casi todas las iniciativas de turismo rural son proyectos personales blindados por una alta carga emocional que a veces hace difícil aguantar el tipo y, a la vez, evolucionar para adaptarse a los cambios incesantes.
