19 de Junio de 2024
El uso de agua regenerada permite tratar los cultivos subtropicales, aguacates y mangos –en los que el GO ha concentrado sus esfuerzos– con nutrientes más asimilables por las plantas, lo que supone un mayor aprovechamiento de un recurso desaprovechado.
Es verdad que la materia ni se crea ni se destruye, pero los recursos naturales se pueden malgastar y, en muchos, casos, sin regeneración posible. Uno de los recursos más importantes (si no el que más) para el sector agroalimentario es el agua, una sustancia que cada día se encuentra en menor proporción y que el ser humano, en cambio, necesita más y más.
El uso agrícola de este recurso, imprescindible para la generación de productos, está intentando adaptar sus métodos para emplear menos agua y maximizar su eficiencia. En La Axarquía, una de las nueve comarcas de Málaga, las precipitaciones han disminuido dramáticamente en los últimos años, y su tradicional carácter agrícola sufre serios riesgos por su dependencia de las lluvias, que han dejado el pantano de La Viñuela –el mayor de la zona– en un 9,7 % de su capacidad.
El Grupo Operativo Axarquía Sostenible nació en marzo de 2023 para dar respuesta a estos desafíos y utilizar agua regenerada para ciertos tipos de cultivo. Es decir, agua residual a la que se han aplicado una serie de tratamientos terciarios para adecuar su calidad al uso, en este caso, en agricultura de agua no convencional (no de pozo ni embalsada).
Planteamiento y objetivos del proyecto
BIOAZUL, la empresa coordinadora del Grupo Operativo (GO), destaca en declaraciones a la Red PAC que “la necesidad de actuar ante la escasez de agua se está contemplando cada vez más” en Andalucía, en palabras del gestor de proyectos Gerardo González Martín.
El GO Axarquía se concentra en cultivos subtropicales, aguacates y mangos, principalmente; que requieren de un importante gasto hídrico. El uso de agua regenerada permite tratarlas con nutrientes más asimilables por las plantas, algo más necesario si cabe en zonas costeras donde el agua residual que se trata en depuradoras se vierte al mar, por lo que el proyecto supone un “aprovechamiento neto de un recurso que se está desaprovechando”.
El proyecto se plantea una serie de objetivos:
- Desarrollar y aplicar un sistema de riego de precisión con aguas regeneradas, ajustado a las necesidades específicas de cada cultivo.
- Crear una herramienta automatizada para la gestión del fertirriego, optimizando la dosificación de fertilizantes y evitando la contaminación de suelos y aguas subterráneas.
- Mejorar la eficiencia energética en el proceso de regeneración de aguas residuales.
- Expandir la aplicación del sistema innovador a diversos cultivos hortofrutícolas, incluyendo mango, aguacate, pitaya y maracuyá.
- Validar la viabilidad económica de la tecnología en plantaciones a gran escala.
- Capacitar a agricultores, regantes y administraciones en el uso del fertirriego con aguas regeneradas.
- Promover el uso de aguas regeneradas a través de actividades de difusión y sensibilización.
González Martín destaca de todo ello dos beneficios fundamentales del proyecto:
- Los agricultores pueden contar con un recurso alternativo al agua tradicional que además posee nutrientes, por lo que pueden ahorrar recursos de fertilizantes químicos.
- Desarrollo de una herramienta digital de fertirriego, con la cual se puedan calcular y controlar los niveles de nutrientes en el agua y así cumplir con los planes de abonado.
Situación actual
A mediados de junio de 2024, González Martín quiere ser comedido: “Es pronto para sacar conclusiones”, dice, pero reconoce que hay “datos prometedores del porcentaje de ahorro de fertilizantes químicos para un agricultor”. Actualmente, ya han adecuado un invernadero donde realizan ensayos con pitaya y maracuyá, un uso de agua regenerada bastante innovador, al ampliarse más allá del mango y el aguacate.
“Ya estamos regando con agua regenerada desde principios de año. Ahora vamos a empezar con el desarrollo de la herramienta digital”, que destaca que será de fácil uso y destinada al usuario final: la cooperativa TROPS asesora agronómicamente a los regantes, y la idea es que adquiera esta herramienta para asesorar a sus socios”.
¿Y sobre las inversiones iniciales y la aplicación? El agua provendrá de la depuradora municipal del Ayuntamiento de Algarrobo, de donde se suministrará a los regantes y darán los tratamientos indicados según los resultados finales del proyecto. “En ese escenario los regantes deberían cubrir el gasto, pero el municipio es el que invierte y los regantes pondrían la infraestructura” que les faltara para llevar el agua de la depuradora municipal a sus explotaciones.
Difusión del proyecto
En 2023 el GO comenzó sus actividades reuniéndose con los socios, presentó la parcela de ensayos, y este año realizarán dos talleres de formación con actores de la región. Además de que ya actualizan regularmente su web, redes sociales y newsletter, publicarán un resumen de Buenas Prácticas y un vídeo enseñando la parcela de ensayos.
Pero el proyecto no es una idea de unos científicos sin comunicación con la realidad. Todo el sector está “pendiente del agua regenerada”, asegura González Martín, que ha percibido el “interés” de los profesionales y usuarios finales en reuniones con ellos, con administraciones y el Ayuntamiento de Algarrobo.
Por último, aunque el GO aún no se ha concentrado en ello, desde BIOAZUL consideran que el estudio es “muy replicable en otras zonas, especialmente aquellas con escasez de agua”.
Socios y financiación
El “GO Axarquía Sostenible: Implementación de un sistema innovador de regeneración de aguas y fertirriego en la región de la Axarquía” está conformado por BIOAZUL (como coordinador), CSIC-IHSM La Mayora, la Comunidad de Regantes de Algarrobo y la cooperativa TROPS. Además, colaboran la Mancomunidad de Municipios Costa del Sol-Axarquía, la Asociación Española de Tropicales, Seragro Integral, Axaragua, el Ayuntamiento de Algarrobo, el Centro de Desarrollo Rural de la Axarquía y la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA).
El proyecto dura 24 meses, hasta el 28 de febrero de 2025, y consta de un presupuesto de 254.993,22 euros financiados al 100 % por el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (FEADER) de la Comisión Europea.