24.05.2017

Continúa el debate en torno a la titularidad compartida de las explotaciones agrarias. Tras la primera reunión del pasado 25 de abril del Grupo de Trabajo sobre Titularidad Compartida con las Comunidades Autónomas, hoy se ha celebrado una reunión sobre la Ley de Titularidad Compartida de las Explotaciones agrarias con las asociaciones de mujeres rurales, las organizaciones profesionales agrarias y las cooperativas agro-alimentarias, presidida por Esperanza Orellana, Directora General de Desarrollo Rural y Política Forestal.

El objetivo de este encuentro ha sido analizar las actuaciones vinculadas al proceso de alta de las explotaciones agrarias en el régimen de titularidad compartida y debatir sobre aquellos aspectos que podrían impulsar el correcto desarrollo de la Ley 35/2011 de Titularidad Compartida de las Explotaciones Agrarias, y en definitiva, la puesta en valor del trabajo de las mujeres en el sector agrario.  

Tras seis años desde la aprobación de la Ley, el número de explotaciones de titularidad compartida del Registro de explotaciones de titularidad compartida, ha ido incrementándose hasta las 290 actuales, permitiendo visibilizar el trabajo en el sector agrario de las mujeres. Sin embargo, se considera que el ritmo de incorporación de explotaciones a este régimen debería ser más elevado. Para analizar las causas que podrían justificar este crecimiento tan limitado, es fundamental conocer la evaluación de la aplicación de la Ley que hacen las asociaciones de mujeres rurales de ámbito nacional, organizaciones profesionales agrarias y cooperativas agro-alimentarias. 

Por ello, se ha abierto este debate que permitirá identificar los aspectos que deben reforzarse con el objeto de avanzar en la plena equiparación de los derechos y obligaciones de hombres y mujeres derivados de la titularidad de una explotación agraria. 

Durante el transcurso de la reunión, se identificaron una serie de barreras para la implementación óptima de la Ley, entre las que destacan el nivel de desconocimiento sobre la misma, la necesidad de incrementar la sensibilización de hombres, mujeres y técnicos en el medio rural o la necesidad de facilitar el proceso de inscripción en los registros autonómicos. A partir de aquí, se seguirá trabajando para superar las barreras identificadas y analizar la viabilidad de las distintas propuestas que se generaron.