22 de Agosto de 2017
Conociéndolos, todos podemos ayudar a prevenir los incendios forestales.
Los incendios forestales son un grave problema ecológico, social y económico. Saber cuándo y dónde se producen, cuál es su extensión, a qué vegetación afectan y, sobre todo, por qué se producen y quién o qué los causa, es fundamental para evitarlos, protegernos ante el fuego y conservar nuestro patrimonio forestal.
En España se producen cada año una media de 15.647 siniestros, de los cuáles dos tercios se quedan en conatos, es decir afectan a una superficie inferior a 1 hectárea. Los conatos no producen daños importantes y las zonas que afectan suelen recuperarse de manera natural, sin embargo también son relevantes.
Por este motivo desde mediados del siglo pasado el Estado español elabora la Estadística General de Incendios Forestales (EGIF), recopilando la información obtenida por las comunidades autónomas de todos los fuegos que ocurren anualmente en sus territorios.
De cada uno, por pequeño que sea, se rellena un Parte de Incendio Forestal. Una vez recopilados sirven para elaborar anualmente la Estadística, que se pone a disposición de administraciones forestales, instituciones, centros de investigación, universidades, ONG, medios de comunicación o el público general, como fuente de información básica para conocer el fenómeno de los incendios. Esta ingente labor permite conocer el problema en toda su complejidad, analizarlo en sus dimensiones y particularidades (temporal, geográfica, socioeconómica, etc.) y diseñar las medidas más apropiadas para reducirlo o minimizar sus efectos.
¿Sabías que el 95% de los incendios forestales originados en España están causados por actividades humanas? Una cuarta parte se deben a accidentes y negligencias, pero más de la mitad de todos los que ocurren cada año son provocados de forma intencionada. Aproximadamente un 4% son de origen natural, debidos a rayos. Este reparto de causas varía de unas regiones a otras, por eso los datos se analizan agrupando zonas similares en cuanto a la causalidad de los incendios.
Aunque la época de mayor riesgo es el verano se producen incendios todo el año, de hecho en determinadas zonas del norte y noroeste peninsular suele haber numerosos incendios a finales del invierno. En el último decenio del que se dispone de datos (2004-2013), agosto es el mes de mayor incidencia de incendios, seguido de marzo. En 2013 sólo hubo 3 días sin incendios, mientras que el 4 de septiembre registró el mayor número de incendios simultáneos, con 173 activos en todo el país.
La ocurrencia simultánea de incendios así como los grandes incendios forestales, es decir aquellos que afectan a más de 500 hectáreas, son las situaciones de mayor riesgo y que ponen en mayor peligro a las personas, los bienes y los ecosistemas. La detección temprana, un ataque rápido y la coordinación de todos los operativos autonómicos y del Estado, son fundamentales para reducir los daños una vez ha comenzado el incendio. Sin embargo previamente son imprescindibles acciones que favorezcan adecuadas condiciones socioeconómicas en el medio forestal, una correcta ordenación del uso del territorio, labores específicas de prevención o la concienciación ciudadana, para evitar que se produzcan los incendios.
El Ministerio, además de coordinar la elaboración de la Estadística, despliega en todo el Estado y durante todo el año, un operativo de defensa contra incendios que apoya a las comunidades autónomas en la extinción y realiza asimismo diversas labores de prevención. A través los partes diarios de actuaciones, el mapa de riesgo elaborado con la AEMET y la estadística provisional, proporciona puntualmente la información más reciente sobre lo que está ocurriendo en la lucha contra incendios forestales en toda España.
La prevención de los incendios forestales empieza por conocerlos. Sólo recopilando la mayor información posible de los incendios es posible reducir su incidencia. Aquí puedes acercarte a las grandes cifras de este complejo y grave problema que amenaza nuestros montes y la vida en nuestro país.