Desde de los años ochenta, productores y procesadores de tomate se reúnen en torno a una organización que aglutina sus intereses y vela porque el producto que entra en la fábrica tenga unos requisitos de calidad adecuados, según un protocolo establecido, incluyendo el que esté libre de residuos de pesticidas. Se ocupa además de la mitigación de conflictos y de la cooperación tecnológica. Esta organización pasó de ser una comisión interprofesional a convertirse en una asociación que, con el nombre de Mesa del Tomate, se financia únicamente con los fondos aportados por productores e industriales de forma proporcional a la producción o procesado de tomate realizado por cada uno de sus miembros. Hoy es un ejemplo de cooperación tecnológica y promoción del sector.
En la campaña de 2015 se produjeron en el mundo más de 41 millones de toneladas de tomate para industria, de las que algo más de tres fueron producidas en España, que ocupa el cuarto lugar en el ranking mundial de este subsector, tras California, China, e Italia. El tomate de industria español se exporta fundamentalmente a Francia, Reino Unido, Italia y Alemania; y el tomate concentrado a Francia, Alemania, Países Bajos y Reino Unido.
Uno de los problemas en la producción agraria es el distinto momento de maduración de los tomates.
La agrupación de explotaciones y la fertirrigación han permitido mejorar los rendimientos de los cultivos.
