La conservación de la biodiversidad y la de las actividades humanas no deberían ser entendidas como aspiraciones discrepantes. Su interdependencia nos aboca a no abordar una sin la otra y a realizar la gestión correcta de los enclaves de mayor riqueza y diversidad (bosques, humedales, montañas, riberas, pastos…) para asegurar la coexistencia de ambas, y de su mano, la persistencia de nuestras propias culturas.
Hombre y Biosfera es el libro en el que el naturalista Joaquín Araujo nos habla de las reservas de la biosfera: 669 enclaves reconocidos y tutelados por la Unesco en 120 países, ejemplos de armonización naturaleza- sociedad para la conservación de ambas en plenitud y toda su diversidad.
Bosques de gestión maderera, fluviales o adehesados, con costumbres y leyes que permiten y regulan su explotación; espacios desde la lejana Patagonia a los cercanos Picos de Europa y su cohabitación ancestral con la ganadería extensiva; y deltas, humedales y marismas, explotados y conservados por el hombre desde tiempo inmemorial son ejemplos de cómo, en palabras del propio Araujo, “los ecosistemas exploran su futuro partiendo del respeto al pasado”. Las “culturas tradicionales que en ellos residen equivalen a asegurar nuevos futuros”.
En el libro, trasmutado en exposición en la edición de la Feria del Libro de Madrid de este año, pueden admirarse fotografías de parajes y especies de impactante belleza, de las que traemos aquí esta muestra.
Andino Norpatagónica. Argentina.
Sierra de Guadarrama. Madrid.
Picos de Europa. Cantabria.
Amazonia Central. Brasil.
Yemen.
Estados Unidos.