Isabel Bombal Díaz es titulada por la ETS de Ingenieros Agrónomos de Madrid, especializada en industrias agroalimentarias y máster en Calidad Industrial por la UNED. Pertenece al Cuerpo de Ingenieros Agrónomos del Estado desde el año 2000. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en el Ministerio de Agricultura, donde ha ocupado diferentes responsabilidades. Desde junio de 2018 es directora general de Desarrollo Rural, Innovación y Política Forestal.
¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrenta el mundo rural español?
El medio rural en España ocupa un 85% del territorio y en él habita menos del 16% de la población, con tendencia a disminuir sus efectivos, por lo que su desafío es el despoblamien- to. Además, se encuentra masculinizado y envejecido. El reto es generar condiciones de vida y trabajo, que resulten atractivas y dignas para los jóvenes, las mujeres y el talento de forma estable, y así tener pueblos dinámicos, poblados, inteligentes y atractivos. También hay ingredientes positivos, como el enorme patrimonio cultural, histórico y ambiental que atesora, junto con la potencia del sector agroalimentario, principal motor y generador de riqueza y empleo.
¿Cómo atajar el despoblamiento, que es el problema clave?
El despoblamiento es consecuencia de múltiples factores que hay que abordar de forma integral, con políticas transversales y también sectoriales, involucrando a todas las administraciones. Debemos unir esfuerzos para evitar que se agrave, revertirlo cuando sea posible, y recuperar el dinamismo y la vitalidad que tuvieron nuestros pueblos. Creemos que las posibilidades de crecimiento y desarrollo están ligadas a la permanen- cia de población con edades intermedias, especialmente los jóvenes y las mujeres, que además de ejercer de palanca de la innovación social y la diversificación económica, son las que asientan población de manera estable. Esto exige unas perspectivas de vida y trabajo básicas: empleo, acceso a la vivienda, sanidad, infraestructuras, internet, digitalización, etc. En definitiva, se trata de generar condiciones de igualdad y superar la brecha urbano-rural, de manera que vivir en los pueblos sea una elección, no la última de las opciones.
¿Ha tenido efectos visibles la creación del Comisionado frente al reto Demográfico?
Para abordar el reto demográfico es imprescindible hacerlo con sensibilidad global de Gobierno y con perspectiva transversal y visión de Estado. Para eso se creó el Comisionado, cuyo equipo, encabezado por Isaura Leal, está realizando una labor excelente.
¿Qué aportaciones ha hecho el MAPA?
Entre otras, la constitución del Foro Nacional de la Despoblación, plataforma para dar voz a todos los agentes del territorio afectados por el problema de la despoblación rural, tanto administracio¬nes como actores económicos, sociales y representantes de la sociedad civil, para debatir sobre las medidas más efectivas que puedan enfrentar este fenómeno
Entre ellas, la de incluir la lucha contra la despoblación con medidas activas como un objetivo específico de la PAC post 2020, posición que estamos defendiendo ahora mismo en Bruselas; la Estrategia de Digitalización del sector; la difusión de los valores y potencialidades del medio rural en el mundo urbano; la apuesta por la inversión en regadíos sostenibles; y los programas de desarrollo rural cofinanciados por el FEADER, los cuales suponen un gasto público superior a los 13.160 M €.
¿Cómo contribuye el regadío al desarrollo rural?
La agricultura de regadío española es responsable de más del 65% de la producción vegetal y la contribución del sistema agroalimentario en su conjunto a la economía española se puede estimar en aproximadamente un 11%, ocupando en el año 2016 a 2,6 millones de personas. Más allá de proporcionar alimentos suficientes, sanos y de calidad y de abastecer a la industria agroalimentaria, primer sector industrial del país, la agricultura de regadío es clave para la sostenibilidad socioeconómica del medio rural, contribuyendo a la fijación de población y a la sostenibilidad ambiental, al mantenimiento del paisaje y de la biodiversidad y a la lucha contra la erosión y la desertificación.
¿Qué importancia tiene las nuevas tecnologías para la optimización del uso del agua por el regadío y en qué medida contribuye el Ministerio a su incorporación?
Son cruciales para la economía y para la agricultura en particular. Por ello, hemos elaborado una Estrategia para la digitalización del sector agroalimentario y forestal, y del medio rural, con el objetivo de impulsar su transformación digital. Buenos ejemplos son la aparición de sensores de bajo precio para implementar riego de precisión, la teledetección mediante satélites, las imágenes aéreas obtenidas por drones con cámaras multiespectrales, que permiten monitorizar la dosis de riego, fertilización, plagas, enfermedades y malas hierbas de cada planta. También son útiles las estaciones automáticas meteorológicas, como las del SIAR, AEMET y las de las CCAA, y el desarrollo de aplicaciones basadas en Big data. Toda esta información permite a los agricultores obtener mejores rendimientos optimizando el manejo de los cultivos y reduciendo el consumo de fertilizantes, pesticidas, agua y energía.