Conseguir la igualdad a través de la creación de servicios que ayudan a la mujer a liberarse de las cargas familiares y le permiten acceder a puestos de trabajo dignos es una de las principales virtudes del catering social El Avío, ganador del primer premio en la categoría de Diversificación de la Actividad Económica en la última edición de los Premios de Excelencia a la Innovación para Mujeres Rurales. Un proyecto que además contribuye a crear nuevos recursos en los pueblos, ofreciendo servicios de calidad y garantizando una alimentación completa y equilibrada a los colectivos más vulnerables.
Son las 4 de la mañana. Hora de encender los fogones y comenzar la jornada laboral. Una cocinera y dos pinches empiezan a cocinar. A las 8 entran tres repartidoras, envasan, cargan las furgonetas y comienzan el reparto. “La comida tiene que llegar calentita a las escuelas”, dice Patricia Sánchez, presidenta de la Asociación El Avío. El equipo lo completa una jefa de cocina y una nutricionista encargada de elaborar los menús que se servirán a lo largo del curso.
El objetivo del proyecto, en línea con el propósito del Día Internacional de la Mujer Rural, que se celebra el 15 de octubre de cada año, era crear puestos de trabajo para las mujeres de la zona y servicios de calidad en el medio rural, al mismo tiempo que “descargarnos de las tareas que tradicionalmente se nos asignan, como es el cuidado” continúa Patricia. El servicio funciona muy bien. “Elaboramos cocina casera, tradicional”, cuenta Raquel Coronil, la jefa de cocina, “recuperamos recetas de nuestras abuelas y utilizamos productos locales de primerísima calidad”. “Elaboramos menús que se reparten diariamente en línea caliente, algo muy difícil, que no muchos catering hacen”, añade Patricia Sánchez.