En los últimos años se han acumulado los problemas que afectan a las abejas y a la apicultura. Por un lado, se acentúa de forma progresiva la conocida y preocupante disminución de sus colonias, un fenómeno provocado por ciertos plaguicidas. Por otro, los apicultores españoles tienen serios problemas para competir con los bajos costes de las mieles importadas de los países asiáticos. El Grupo Operativo Innomiel esta desarrollando mecanismos para atajar el problema mediante la innovación.
Ea labor realizada por las abejas, junto a otros polinizadores, en los ecosistemas tiene un papel crucial en la agricultura y ganadería actuales. Sin ellos, no existiría buena parte de los cultivos, y la flora silvestre se vería gravemente afectada. Un paso importante para recuperar las poblaciones de abejas lo acaba de dar la Unión Europea al prohibir el uso de los tres plaguicidas más peligrosos para las abejas, tras casi dos décadas de protestas de apicultores y asociaciones, reclamando la prohibición de los neonicotinoides, causantes de la desaparición de estos polinizadores.
Por su parte, el Grupo Operativo Innomiel trabaja para ayudar a las abejas a seguir realizando su misión, mejorando la gestión y productividad de las colonias, mediante el fomento del desarrollo innovador en el sector de la miel, y siendo pionero en la industria 4.0 Apícola. Este grupo operativo supraautonómico con subvención del Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014-2020 (PNDR), está formado por cooperativas de Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla-León y está abierto a quien se quiera sumar a él. El proyecto está cofinanciado por el fondo europeo FEADER y por la Administración General del Estado.