En los años sesenta del siglo xx, mientras la mayoría de la población miraba hacia las ciudades, el doctor arquitecto Carlos Flores (Cuenca, 1928) volvió su objetivo (el de su cámara, pero también el de su investigación profesional) hacia el medio rural español. En un contexto de industrialización y de éxodo hacia las urbes, el conquense empezó a recorrer España fotografiando la arquitectura popular de sus pueblos; un viaje que duró hasta mediados de los años setenta.
Fruto de esa mirada son las más de 11.500 imágenes de su compendio fotográfico, en el que capturó la diversidad de construcciones arquitectónicas en función de la zona geográfica protagonista. Esta es una de las características de la arquitectura popular: varía según su localización, al estar pensada en y para cada pueblo, lo que implica una adaptación a su clima, a su entorno y a los recursos disponibles. Por eso, en este fondo audiovisual se aprecian tanto casas de piedra como de adobe, edificios para usos agrarios de diferente índole y, en definitiva, las diferencias entre las distintas comarcas.
Parte de este trabajo está digitalizado y disponible de manera gratuita en la página web del Museo Etnográfico de Castilla y León. A continuación, se recoge una pequeña muestra de esta mirada a la arquitectura popular.
Una mujer trabaja las redes de pesca en una plaza de casas encaladas en Peñíscola (Castellón).
Un reflejo de la arquitectura encalada en Casares (Málaga). Al reflejar el blanco la luz del sol, los muros se calientan menos y la vivienda se mantiene más fresca.
En Arroyo de la Luz (Cáceres), una mujer traslada una cántara en su cabeza por una calle de tierra, mientras un niño y un perro se aproximan a lo lejos.
Vecinos y vecinas de Candeleda (Ávila) conversan en sus calles, junto a casas encaladas con balconadas de madera.
Edificios de varias alturas sobre un cerro peñascoso en la localidad burgalesa de Frías, al norte de la provincia.
Conjunto de hórreos empleados para almacenar granos y otros productos agrícolas, en Santás (Ourense).
Zona de paso entre unos soportales, delimitada por los arcos de los edificios superiores, en Ager (Lleida).
Fotografía de unos respiraderos para bodegas en La Horra (Burgos), que sirven como aberturas de ventilación.
Caserón de piedra con cubierta inclinada en Abadiano (Vizcaya). En su fachada se aprecia un escudo, lo que denota la relevancia del edificio en su entorno.