El medio rural necesita que se asienten nuevas familias en sus pueblos, pero no es un proceso fácil, sobre todo si proceden de la ciudad. La pandemia de la covid-19 ha hecho que ese proceso se intensifique, buscando nuevas oportunidades, y con ello la necesidad de adaptarse a nuevos trabajos y ritmos de vida en el campo. Varios proyectos y páginas web facilitan que esa adaptación se convierta en integración efectiva y que se consolide. Repasamos algunos de ellos de la mano de quienes los impulsan, de los pueblos de acogida y de las familias que deciden dar el paso de la ciudad al campo.
“Ayer estuve en Villalón de Campos, Valladolid, con un paciente; hoy estoy en un pueblo de Palencia, Villada, con otro; y mañana seguiré en Palencia, en Villarramiel, que me esperan dos”. Acto seguido, Daniel Paniagua, optometrista, se monta en la furgoneta de Gafasvan, una óptica ambulante que representa el motivo de su vuelta al pueblo; a su pueblo, Mayorga, en Valladolid. Antes pasó junto a su mujer, María Vega, por Lima, la populosa capital de Perú, con casi diez millones de habitantes. Mayorga no llega a los 1.500.
El ejemplo de Daniel Paniagua y María Vega es uno de los miles que gracias a diferentes páginas web, programas y proyectos consiguen que familias con ganas de dar el paso de la ciudad al pueblo lo afronten y se consoliden. En este caso lo hicieron a través de Hola Pueblo, una plataforma cuyo propósito es “conectar a personas interesadas en instalarse en el medio rural e implantar su proyecto de emprendimiento en pueblos que estén en busca de nuevos habitantes”.
Daniel Paniagua decidió volver a Mayorga (Valladolid) y desarrollar su profesión por toda la región con su óptica ambulante, Gafasvan. (Foto: Gafasvan)
Acción formativa del grupo operativo ItíNERA en Redueña (Madrid). (Foto: ItíNERA)
Arturo Ferrer, en el campo de almendros que cultiva en Bolea, La Sotonera (Huesca), uno de los proyectos que ha tutorizado Hola Pueblo. (Foto: ACMEDIA)
